. Iberá: Destacan el regreso del tapir a la Reserva durante el año 2016 Durante el 2016 una nueva especie que estaba extinguida desde hace varias décadas pudo regresar a la provincia de Corrientes, más precisamente a los Esteros del Iberá. Los esfuerzos de The Conservation Land Trust Argentina y el gobierno provincial, con el apoyo esencial de instituciones salteñas y tucumanas, permitieron que el mayor herbívoro sudamericano retorne a estas tierras, de donde desapareció debido a la caza y transformación de ambientes que ocurrieron principalmente en los últimos 100 años.
El proceso comenzó en el año 2015, en el que se empezaron a tramitar los permisos para tamaña empresa. Y la primera pareja de tapires arribó a Corrientes en junio de 2016, provenientes de la Estación de Fauna Autóctona de la provincia de Salta. Nato (una hembra) y Francisco (un macho) recorrieron en un tráiler especialmente acondicionado los casi 1000 kilómetros que separan las dos provincias norteñas. Luego de permanecer más de dos meses en cuarentena, en la que se les realizaron rigurosos chequeos sanitarios, fueron movidos a un corral de presuelta ubicado en la Reserva Rincón del Socorro, en el Parque Iberá. En este corral permanecieron casi tres meses más, adaptándose a su nuevo ambiente de pastizales, montes y palmares. Finalmente el 16 de noviembre se les abrió la puerta del recinto. El proceso de liberación es lento y muy gradual, no se obliga a los animales a salir del corral y una vez que salen pueden volver a entrar al mismo cuantas veces quieran en búsqueda de comida y agua que se les lleva allí cada día. A casi un mes de haber sido liberados, Nato y Francisco ya viven en completa libertad pero entran frecuentemente al recinto que fue su casa durante varios meses.
Otros tres tapires esperan su turno en la cuarentena ubicada en San Cayetano (Corrientes) para ser luego trasladados al Iberá. Son Milagros (una hembra que también viene de Salta) y Nene Malo y Gustavo (dos machos provenientes de la Estación Experimental de Horco Molle, Tucumán). En el 2017 se planea traer al menos otros seis animales más para ir constituyendo una población incipiente de la especie.
De a poco, sin prisa pero sin pausa, el tapir regresa a Corrientes y al Iberá, de donde nunca debió haber desaparecido. Su presencia permitirá que los montes y bosques se recuperen más rápidamente, al dispersar las semillas de los frutos que consumen. También ayudará a reforzar las actividades de ecoturismo basadas en la observación de fauna, que cada vez convocan a más gente a este inmenso humedal correntino. Por último, permitirá saldar una deuda del hombre con la naturaleza, basada en el respeto hacia las demás criaturas que merecen seguir viviendo con nosotros en este planeta.
Lunes, 12 de diciembre de 2016
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